Principales aspectos de una empresa unipersonal

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31 de octubre de 2018

¿Qué otro nombre recibe la empresa unipersonal? Empresa individual, cuya propiedad, además, la ostenta una sola persona, que será la encargada de adquirir todas las ganancias que pueda generar la actividad económica de la misma. Pero también esa persona será la que se tenga que hacer responsable de las pérdidas que se originen, debiendo responder con su propio patrimonio, llegado el caso.

De lo anterior podemos deducir, que este tipo de empresas no van a tener socios en su acta constitutiva, de tal forma, que la única persona propietaria de la empresa, llevará de manera permanente y a título personal, es decir, de forma totalmente independiente y autónoma, la actividad económica de la misma.

Otra de las características de estas pequeñas empresas, descansa en la obligación jurídica de responder ante terceros con la totalidad de sus bienes. Pero, ¿qué significa esto? Que su responsabilidad es ilimitada.

Podría decirse, que la empresa unipersonal o individual, es una de las empresas más simples de establecer. Esto último, es fundamentalmente consecuencia directa de su habitual condición de empresa pequeña, que en infinidad de ocasiones roza el carácter familiar.

¿Y cuándo adquieren personalidad jurídica este tipo de empresas? En el mismo momento en el que son inscritas en el registro mercantil. En este sentido, para que se puedan constituir, es necesario que se redacte un escrito en el cual quede reflejado, tanto el nombre, como el DNI, la dirección, y el domicilio del propietario. Pero también será indispensable, que quede constancia de la razón social de la empresa, seguido de la denominación unipersonal, el tiempo de permanencia (cuando no tenga carácter indefinido), y el domicilio; a parte de otra serie de datos importantes, como puedan ser, por ejemplo, la actividad principal o el monto del capital.

Por último, puede que se pregunte, ¿resultan muy complejos los trámites y formalidades tendentes a la creación de este tipo de empresas? La respuesta es que no. Es más, estos son relativamente sencillos. Sí que existen, no obstante, algunas dificultades aparejadas al hecho de que, este tipo de empresas, carecen de organización, resultando en ocasiones, muy difícil, conseguir el capital necesario, ya que el propietario único de la empresa se vería obligado a tener que recuperar la totalidad de los fondos de la misma.